Lira porteña n° 11

La Bienal de Grabado de Pequeño Formato de Viña del Mar y el afán del coleccionismo en el álbum de estampas

Por Laura Samael 

El pasado 23 de marzo se inauguró la “Primera Bienal del Grabado de Pequeño Formato 2023” de Viña del Mar, en las conversaciones con los colegas muchos coincidíamos en el gusto por la colección de álbumes de estampas en nuestras infancias. 

Como en cualquier sector productivo, distintos son los elementos que unen al obrero con su trabajo, siendo el principal la demanda por su producción, en el caso de las artes gráficas no es la excepción, puntualmente un elemento que une variadas manifestaciones y ocupaciones de las artes gráficas es el afán del coleccionismo, en el caso  específicamente de miniprint el coleccionismo de álbumes de estampas donde se enmarca directamente su producción y es por consiguiente el  motor para desarrollar para las estrategias de producción, distribución, compilación y exhibición de este material impreso. Si bien el coleccionista de estampas permite la continuidad del oficio, también en muchas ocasiones los mismos grabadores o trabajadores gráficos han conocido el encanto de su oficio siendo coleccionistas experimentan el afán de reunir y valorar conjuntos temáticos que  pueden llegar a definir su propia producción de obras “las series”.

Esta relación entre las pequeñas estampas y el coleccionismo nos puede llevar por un interesante viaje en las artes gráficas qué por razones de extensión deberá ser muy resumido.

En cuanto a la producción ya se mencionó la dialéctica entre el interés por las temáticas y la producción, elemento que es fundamental desde los inicios de la imprenta con las cartografías florentinas del S. XIV, XV y XVI necesarias para las empresas de exploración y conquista, el coleccionismo de estampa entre el S. XVI al XIX estaría centrado en las imágenes del nuevo

mundo siendo de las más populares las ilustraciones del Dr. Jhon Van Wyhy,  pero que no se masificaría hasta el S. XIX, con la industrialización de la producción del papel y los avances en la industria gráfica; pero no solo la estampa desarrolló un nuevo género, las ya avanzadas técnicas de encuadernación desde el origen del libro hasta los tomos enciclopédicos , fueron de mucha utilidad tanto para el orden aportado por el índice y el colofón, como para la conservación y la exhibición  aportados por las tecnologías de su construcción (tapas , unión de las páginas y los materiales de ellas) especialmente desarrolladas para este fin, estos nuevos cuadernillos coleccionadores llamados “Álbum” proyectaron el coleccionismo a formas populares de acceso, una de las más antiguas editoriales dedicadas a este género es la italiana Panini, presente hasta hoy en día.

La masificación en tiempos que los medios de comunicación aun eran de acceso muy limitados los llevó rápidamente a ser un elemento de masificación del conocimiento y esparcimiento a las clases trabajadoras, hasta entonces reservado solo para los ricos. Su popularidad fue tal que elevo los tirajes de impresión a volúmenes que hasta antes no se habían visto, las estampas coleccionables eran una manera de elevar las ventas de los más variados bienes de consumo, venían en los suplemento de periódicos y revistas e incluso en mercancías tales como el tabaco o alimentos, es así que llega el primer álbum de estampas a Chile a principios del S.XX con las colecciones de imágenes del fútbol y otros deportes, estas se producían en las imprentas de etiquetas de empresas de cigarrillos, chocolates y otras fábricas. El más popular fue “Fútbol” de 1947 de la empresa de cigarrillos “Mundial” sobre la liga chilena de futbol, su éxito fue tal que pronto tomaron protagonismo por

sí mismas y aparecieron variadas marcas de Álbumes de estampas que diversificaron las temáticas  y elevaron el acceso a la cultura y el arte en la población , quizás la marca de mayor renombre en el país fue “ARTECROM” con títulos como “El Cuerpo Humano”, “La historia de Chile”, “Flora y Fauna” entre otros que marcaron a generaciones y que siguen siendo recordados en las conversaciones de colegas grabadores hasta la actualidad.

En este proceso del desarrollo del coleccionismo de piezas graficas en pequeño formato no podemos dejar mencionar a manifestaciones específicas de este afán  como la filatelia con los documentos y  sellos postales, la numismática o el coleccionismo de billetes u objetos monetarios o coleccionismo de ex libris, entre otros.

En resumen, podemos estableces que con esta convocatoria a la “Primera bienal del Grabado de Pequeño Formato 2023” el maestro Marco Antonio Sepúlveda fiel al espíritu divulgador del grabado propio del taller que dirige y  junto a sus ayudantes Carlos Pardo y Gerardo Saavedra, apostaron a la reactivación de todo un género del grabado transversal a técnicas y ocupaciones a fin mediante la estimulación de pulsos elementales de las artes gráficas, el éxito de esta estrategia se puede apreciar por la alta participación de talleres en la muestra, dejando un testimonio de valor histórico de la producción de estampas de este género en los talleres de la región.

Sea esta lira un reconocimiento a la labor transversal del desarrollo del grabado regional del recientemente fallecido Maestro Marco Antonio Sepúlveda, que su legado siga vivo en su obra, en sus sucesores y en los que pudieron ser sus estudiantes.

Carlos Pardo, registro de la convocatoria 1ra Bienal del grabado en pequeño formato 2023, entre lo objetivo y lo subjetivo. .2023 

Laura Samael 

Grabador e impresor profesional,  maestro y salvaguarda del taller de grabado “Metales Nobles” del museo Universitario del Grabado UPLA