Lira porteña n° 08
Juan Rafael Allende, el gran legado del poeta Pequén
Por Jacqueline Mena Urtubia
Juan Rafael Allende Astorga nace el 24 de octubre de 1848 en la localidad de la Chimba, actual comuna de Recoleta.
Educado en el Instituto Nacional se le considera como el padre del periodismo satírico chileno, ya que si bien el género comienza a desarrollarse a partir de 1828 es a través de su obra que “El género satírico en Chile decimonónico alcanzó su máxima expresión”. (www.memoriachilena.gob.cl)
Allende se inicia como periodista en 1860 en el diario conservador La Libertad, sin embargo la moderación para redactar a la que debe ceñirse lo lleva a dejar este diario para emprender su propio camino.
A partir de la década de 1870 se independiza para comenzar a publicar diversos pasquines satíricos de índole políticos, como lo son periódicos como El Ferrocarrilito y El Padre Cobos ambos profusamente ilustrados por el caricaturista Luis Fernando Rojas, también conocido por su trabajo en publicaciones del mundo culto tales como la Lira Chilena la Lira Ilustrada y el Peneca.
Si bien el tipo de prensa que desarrolla Allende tiene un fuerte contenido político y patriota, razón por la que en el contexto histórico en el que se desarrolla la Guerra del Pacífico es invitado a colaborar con el Ministerio de Guerra redactando libretos destinados a levantar la moral de la población y las tropas a través de su impronta satírica, su trabajo también se caracteriza por ser fuertemente anticlerical, por esta razón es que en 1886 Monseñor Joaquín Larraín Gandarillas, primer rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile promulga un edicto declarando
pecado mortal la lectura de sus periódicos, lo que posteriormente le significó a Allende su inminente excomulgación de la iglesia Católica.
Tras la caída del gobierno del presidente José Manuel Balmaceda, de quien Allende fuese un leal partidario, es apresado junto a su hermano y condenado a la horca en la plaza de armas de Santiago, sin embargo y gracias al gran revuelo que había causado entre influyentes colonias extranjeras residentes el fusilamiento en Valparaíso de otro intelectual por ejercer su libertad de expresión, es suspendida la pena a la que se le había condenado, por lo que decide imponer su propio autoexilio partiendo a Argentina, Perú, Ecuador y Colombia, volviendo a Chile en 1892.
Un año después de su regreso a chile publica El Poncio Pilatos, pasquín donde aparece originalmente en capítulos, Memorias de un perro escritas por su propia pata, una de las primeras novelas gráficas escritas en Chile, obra que expone los avatares de la vida política y las costumbres sociales chilenas de finales del siglo XIX, a través de la mirada de Can-pino, un perrito callejero, que pulula entre conventos de la ciudad de Santiago y es testigo de algunas situaciones picarescas y poco decorosas que suceden ahí adentro.
Paralelamente a su trabajo como periodista satírico, en 1894 Allende comienza a editar sus primeras liras populares, profundizando de esta forma en tradición de la poesía popular, ya que a pesar de provenir del mundo ilustrado, crece en la chimba, zona rural de Santiago lo que condiciona en gran medida que desde pequeño se sienta identificado con la cultura campesina. Allende comparte las mismas
características formales, temáticas y visuales también desarrolladas por otros poetas populares en sus liras populares, tales como Bernardino Guajardo a quien se le considera como el primer poeta popular, José Hipólito Casas Cordero y Rosa Aravena, poetas que a diferencia de Allende eran de origen campesino que habían migrado a la ciudad a mediados del siglo XIX en busca de un mejor porvenir y pasar económico.
Si bien las primeras décimas de poesía popular que se produjeron en Chile fueron dedicadas a sucesos relacionados a la epopeya de la guerra del Pacífico y a las creencias religiosas como lo son los versos a lo divino y a lo humano, la impronta satírica introducida por Juan Rafael Allende marcará un antecedente fundamental en los contenidos de la Lira Popular ya que a partir de su escritura es que se comenzarán a publicar versos relacionados con reivindicaciones sociales y políticas, siempre a través de la picardía y la mofa que lo caracterizaban, lo que transformará a la lira Popular en el primer periódico popular que comienza a circular en chile a falta de medios escritos formales proveniente de esta misma vertiente.
A raíz de un ataque que lo deja prácticamente paralítico y alejado de sus funciones como periodista satírico y pese a que en sus últimos años de vida recibió algún grado de reconocimiento por parte del mundo sindical y popular, Juan Rafael Allende fallece el 20 de julio del año 1909, pobre, olvidado y sintiéndose “víctima de las hostilidades y venganzas de todos o de casi todos mis conciudadanos”(www.memoriachilena.gob.cl).
El culebrón que se comió a un niñito El poeta Pequén, 1894, Colección: Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares / Fondo Rodolfo Lenz.
Poesías populares de El Pequén, 1911, Biblioteca Nacional de Chile
Jacqueline Mena Urtubia
Diseñadora gráfica de la Universidad de Viña del Mar y Magister en Arte mención Patrimonio Universidad de Playa Ancha.
Ha participado en la difusión de diversos proyectos vinculados al Patrimonio Cultural de la región de Valparaíso y Santiago.